En el estudio sobre hábitos alimenticios y enfermedades cardiovasculares que se llevó a cabo en 1970 uno de los descubrimientos más impactantes fue que los habitantes de Creta presentaban el más bajo índice de colesterol y enfermedades del corazón, a pesar que el 40% de las calorías consumidas provenían de grasa, particularmente del aceite de oliva y de aceitunas. La alimentación cretense consistía en cereales, verduras y pescado con un bajo consumo de carne. Además, bebían vino todos los días. En 1993 a este estilo de alimentación se le empezó a conocer como la Dieta Mediterránea.
El equilibrio entre los alimentos se establece de la siguiente manera:
El 60% deben ser hidratos de carbono complejos -cereales, raíces y tubérculos o leguminosas.
El 15% deben ser verduras y frutas, tanto frescas como cocinadas.
Carnes y, de preferencia, pescados constituyen también un 15%.
Un 10% corresponde a alimentos fundamentalmente grasos -particularmente el aceite de oliva-.
Ensalada griega (Joriátiki salata)
4 tomates rojos y firmes cortados en cuarterones
1 pepino pelado y rebanado
1 cebolla mediana rebanada delgado
1 pimiento verde cortado en aros (remover las semillas)
150 gms. de queso feta
Aceitunas negras (kalamata) al gusto
1 cucharadita de alcaparras enjuagadas
1/2 taza de aceite de oliva extra-virgen
una pizca de orégano
sal al gusto
En una ensaladera poner los tomates, pepino, cebolla y pimiento. Agregar las aceitunas, las alcaparras y el orégano. Salar y mezclar. Acomodar encima el queso feta y rociar con el aceite de oliva.