Hoy es historia: Página negra

Ana Portnoy

El Norte, Monterrey N.L., a  18 de mayo 2015. Sección Vida, pág. 9.

Desde 1876 el gobierno porfiriano promovió la inmigración china a México, considerada una fuerza de trabajo laboriosa y barata, para desarrollar sobre todo las costas del Pacífico. Entre 1902 y 1910 llegaron 30,000 chinos que trabajaron en la construcción de vías férreas, en minas y haciendas, inclusive las henequeneras en Yucatán. Frugales y ahorrativos, paulatinamente dejaron los trabajos originales y se dedicaron al cultivo de hortalizas, a la fabricación de ropa y de calzado, convirtiéndose muchos en exitosos empresarios, provocando el encono de sus competidores.

De motor de progreso económico, con la supuesta ciencia racial derivada del darwinismo social –superioridad de unas razas e inferioridad de otras- se empezó a ver a la inmigración asiática como un elemento pernicioso. La campaña en su contra iniciada desde 1906 estalló violentamente con la Revolución.

El 15 de mayo de 1911 al tomar Torreón, las tropas maderistas atacaron a los habitantes chinos, despojándolos de dinero, monturas y herramientas, asaltando el banco Wah Yick y asesinando a todos sus empleados. En la masacre murieron 303 chinos. Delfino Ríos, testigo presencial, anotó: “Las calles… estaban cubiertas de cadáveres… La consternación en que quedó la ciudad es indescriptible, no hay palabras con que expresarla”. La violencia se extendió a otras ciudades, incluyendo Monterrey.

La construcción de la identidad mexicana posrevolucionaria exaltó al glorioso pasado indígena y a la raza de bronce como la síntesis cósmica que construiría una nueva civilización. La xenofobia antichina acusó a los chinos de toda clase de vicios y perversiones, supuestos portadores de “asquerosas y milenarias enfermedades”, siendo obligación de los mexicanos patriotas “sanear al país de ese grave peligro” que supuestamente corrompía al organismo de la raza mexicana. De la marginación y persecución no se salvaron siquiera los que tenían la nacionalidad mexicana.

A pesar de las violaciones a las garantías individuales constitucionales, la campaña en su contra fue fomentada por los mismos gobiernos locales y estatales especialmente en Sonora y Sinaloa, con total indiferencia del gobierno federal y del Congreso de la Unión. En 1923 se aprobó la legislación que prohibió el matrimonio de chinos con mexicanas, aumentó la discriminación y la agresión física, obligando en muchos poblados a su segregación física en barrios alejados. El objetivo era expulsarlos definitivamente del país, ya fuera repatriándolos a China u obligándolos a cruzar la frontera con Estados Unidos. Muchos huyeron del país.

Éste es uno de los episodios más vergonzante y menos conocidos en México, una página negra de nuestra historia.

Hoy es historia: México victorioso.

Ana Portnoy

El Norte, Monterrey N.L., 26 de septiembre 2014. Sección Vida. Pág.  16.

Tras 11 años del Grito de Dolores México logró su independencia. Los caudillos que llevaron a la victoria fueron Agustín de Iturbide y Vicente Guerrero, enemigos hasta 1820 y, en el último año de la guerra, unidos contra España.

¿Cómo entender esa insólita alianza? ¿Por qué traicionó Iturbide al ejército realista? ¿Por qué el español Francisco Mina fue caudillo insurgente? ¿Fue un grito de independencia la proclama “Viva Fernando VII” de Hidalgo en 1810? ¿Cómo comprender esas aparentes incongruencias?

La Nueva España fue colonia de la corona española 3 siglos. Al invadir la península ibérica en 1808, Napoleón obligó a Carlos IV a abdicar en su hijo Fernando y a éste en José Bonaparte, planteando el Ayuntamiento de la ciudad de México la recuperación de la soberanía que se había depositado en la institución monárquica en tanto el rey legítimo estuviera preso, sin reconocer la autoridad ni de los franceses ni de las Cortes de Cádiz. Cuando Fernando VII recuperara su trono, se volvería al pacto colonial. De ahí el lema de Hidalgo.

Hasta 1814 se emitió el “Decreto Constitucional para la Libertad de la América Mexicana” proclamando la independencia absoluta. Ese mismo año Fernando VII suprimió las Cortes y revocó la Constitución liberal.

Tras la muerte de Morelos en 1815, la insurgencia había sido casi sofocada. Dos años después y con el español Francisco Xavier Mina se fortaleció el movimiento. Éste pretendió combatir el absolutismo real desde las colonias llegando a México en 1817, pero a pesar de sus esfuerzos, no logró el apoyo popular y fue derrotado cerca de Guanajuato. Su campaña fue la última acción importante de la guerra de independencia.

Tras su muerte la insurgencia nuevamente parecía estar casi liquidada aunque algunos caudillos como Guerrero y Guadalupe Victoria se mantenían en pie de lucha. Nuevamente fueron los acontecimientos en España los que cambiaron el curso de la guerra, al triunfar la rebelión de Riego en 1820 que obligó al rey a jurar la Constitución liberal. Un grupo de criollos novohispanos que habían combatido a los insurgentes decidieron apoyarlos y consolidar la independencia antes de que la legislación liberal se impusiera y afectara a sus intereses. Agustín de Iturbide a través de la conspiración de la Profesa cambió de bando y se unió a Guerrero en Acatempan.

Con el Tratado de Córdoba firmado el 24 de agosto de 1821 el jefe militar español Juan O’Donojú reconoció la independencia de México. La entrada del Ejército Trigarante a la Ciudad de México, con Guerrero e Iturbide a la cabeza, marcó la victoria. Fue el 27 de septiembre de ese año.

De historia, política y moral

Lorenzo Meyer

Reforma, México D.F. 27 de septiembre 2012. Primera sección, pág. 11.

LA HISTORIA ¿PARA QUÉ?

 Hacer investigación histórica es una manera de hacer política. Ahora bien, esta afirmación admite una variedad de formas y grados. Y ese es justamente el tema del último libro de uno de nuestros más completos historiadores contemporáneos: Enrique Florescano, La función social de la historia (FCE, 2012). El historiador, y cualquier científico social, debe asumir el significado y la responsabilidad de su función social, una que, al final, es de orden moral.

 HISTORIA Y RESPONSABILIDAD

 Examinando docenas, centenas, de reflexiones medulares de los grandes historiadores del mundo occidental, desde los clásicos hasta los contemporáneos, Florescano -que también se ha adentrado en la naturaleza de la historia en las culturas mesoamericanas- llega a la misma conclusión que Antoine Prost en Doce lecciones sobre la historia (Madrid: Cátedra, 2001), y esa conclusión es que la obra del historiador, finalmente, es «un instrumento de educación política», y en la actualidad un medio para formar ciudadanos responsables y conscientes. Claro que por esa misma razón, el instrumento en cuestión también puede ser empleado para lograr un objetivo opuesto: el de formar súbditos. La historia oficial creada y difundida por los sistemas totalitarios, autoritarios o simplemente dictatoriales -una donde no se admiten las visiones alternativas a la visión oficial- se convierte en un instrumento para justificar la dictadura y educar para el sometimiento. De ahí que el historiador debe aceptar que su quehacer tiene un contenido moral y que eso conlleva una responsabilidad. En ese oficio de dar sentido al pasado no se puede alegar inocencia ni neutralidad. Incluso aquel que simplemente se propone historiar sobre la vida de los santos está tomando partido en el presente y ni qué decir de quien aborda directamente los temas del poder.

Y es, justo por lo anterior, que en el quehacer histórico resulta tan importante lo que se dice como lo que se sabe, pero se omite. Florescano cita a Ernest Renan, francés, que en 1882 señaló, en una conferencia en la Sorbona, que: «El olvido y, yo diría incluso, el error histórico son un factor esencial de la creación de una nación, y es así como el progreso de los estudios históricos es a menudo un peligro» (¿Qué es una nación?, Madrid, Alianza, 1987). Esta es una manera de entrar en el dilema político y moral del historiador frente al poder. Renan se refería entonces a Francia y a los episodios de gran brutalidad que implicaron su construcción como nación, pero lo mismo se puede decir de México. En la creación y sostenimiento de la nación mexicana abundan los episodios de gran brutalidad, injusticia y destrucción, de tal manera que el violento inicio de la fundación de la nación tiene evidentes aspectos negativos -véase el juicio de John Tutino en su último libro sobre lo que la guerra de independencia destruyó en El Bajío y sus implicaciones negativas para el futuro desarrollo de México en una circunstancia donde debía competir con Estados Unidos-, lo mismo que las guerras contra los seminómadas del norte, la represión de campesinos en la República Restaurada y decenas de temas similares durante la Revolución, la Cristiada, la Guerra Fría o la actual especie de guerra civil relacionada con la lucha entre y contra los narcotraficantes.

Para Florescano, el estudio histórico debe de hacerse incluso si eso implica el supuesto peligro del que habló Renan, pues en este siglo XXI está más que claro que lo socialmente peligroso de la actividad del historiador no es una posible erosión de mitos nacionales sino abdicar, por temor o conveniencia, de explorar lo conflictivo, lo brutal y lo injusto del pasado en aras de mantener la autocomplacencia sobre el origen de la comunidad nacional.

A la larga, ese autoengaño sobre la verdadera naturaleza de los cimientos en que se asienta el presente, y sobre los cuales se construye el futuro, es una traba que impide reconocer obstáculos, enmendar errores y alcanzar un futuro donde ya no existan las indignidades, corrupciones e injusticias originadas en el pasado y que persisten en el presente.

FUTUROS

En su último libro (Civilization, Allen Lane, 2011), el historiador británico Niall Ferguson señala con razón que cualquier comunidad dispone de un único pasado (aunque con interpretaciones variadas) pero de múltiples posibles futuros. Y resulta que ese pasado es la única fuente segura de conocimiento para entender el cambiante presente y vislumbrar los futuros posibles. Desde esta perspectiva, que es la misma de Robin G. Collingwood, otro historiador clásico y citado por Florescano en el inicio mismo de su obra, resulta que la función final del relato histórico no es realmente la que parece obvia, informar sobre el pasado, sino informar sobre el presente, pues lo actual no es otra cosa que el pasado condensado, aunque eso no resulte evidente a primera vista.

LA (MALA) ENSEÑANZA DE LA HISTORIA

Ferguson y Florescano comparten una misma preocupación: buena parte de la historia que se pone hoy al alcance del ciudadano no está cumpliendo bien con lo central de su cometido. Ferguson sostiene que los jóvenes de su país que abrevan de los textos históricos escolares tienen una visión muy fragmentada y deficiente de lo que fue el pasado y por ello difícilmente van a poder decidir bien y responsablemente sobre el futuro colectivo. Florescano va más allá del salón de clase y se adentra en la crítica al gremio mismo de los historiadores profesionales y subraya el efecto negativo que la producción del gremio tiene hoy en la sociedad mexicana al no cumplir con su función de dotar a la sociedad de los instrumentos para entender lo que está en juego cuando se toman las grandes decisiones que determinarán el futuro.

 EL HISTORIADOR NO ES LO QUE DEBERÍA SER

 Cuando Florescano examina el surgimiento del historiador académico en Europa -él lo sitúa en 1766 en el Instituto de Historia la Universidad de Gotinga, Alemania- no ve en ello nada negativo. A Leopold Ranke le reconoce su sitio de honor como «historiador científico» y ni qué decir de su gran aprecio por la obra de los grandes historiadores producto de las universidades europeas y norteamericanas. Sin embargo, cuando dirige la vista a las actuales instituciones académicas de México, esa mirada se endurece en extremo. Florescano considera que fue a partir de 1940 cuando el quehacer histórico se institucionalizó y profesionalizó entre nosotros, pero el resultado no ha sido precisamente el que era de esperar.

Frente al conjunto actual de profesionales de la historia en México, Florescano prefiere a los no profesionales del pasado pero con gran visión, como don Lucas Alamán, que justamente por tener a su inteligencia y erudición en contacto constante y directo con la realidad pudo darnos una visión del pasado mexicano profunda y, sobre todo, políticamente relevante. Supongo que nuestro autor acepta la existencia de excepciones en la academia mexicana, pero lo que le interesa es generalizar sobre las deformaciones inducidas por los actuales «claustros gremiales». En México, afirma Florescano, ha ocurrido una división del trabajo muy perversa: la clase gobernante ha excluido de su círculo a los académicos, luego, dentro de las universidades, el grupo de los administradores ha excluido a los investigadores, y estos últimos se han dedicado, para defenderse, a cercar y delimitar su espacio de especialización mediante la creación de agrupaciones gremiales que deciden por sí y ante sí qué es lo que vale y lo que no, al punto que hoy el valor del investigador está en función de saber cada vez más sobre muy poco.

El resultado ha sido el aislamiento de la actividad del profesional de las fuerzas que hacen la historia y de las necesidades del entorno social en que opera. Se trata de un perfecto círculo vicioso de intereses bien atrincherados que termina por favorecer «historia del gremio para el gremio» («¡cientos de miles de libros guardados en las bodegas!») y que impide cumplir con la función social de la historia. Y esto no ocurre sólo en México, en diferente medida en muchos otros ámbitos universitarios también se observa «la proliferación de obras que no aportan nada significativo».

 Para Enrique Florescano, la única salida digna para el historiador contemporáneo es hacer de su labor una que sirva al ciudadano para «[c]omprender el mundo contemporáneo y actuar sobre él como persona libre y responsable». Este objetivo es hoy más válido que nunca, pero dada la naturaleza de este mundo contemporáneo, se mantiene más cerca de la utopía que de la realidad.

Resaltan papel de Carvajal en Fundación

Daniel de la Fuente

El historiador Carlos González realiza investigación que reivindica al personaje histórico

El Norte, Monterrey, N.L., 25 de septiembre 2012. Sección Vida <http://www.elnorte.com/libre/online07/edicionimpresa/default.shtm?seccion=primera&gt;

La historia oficial dicta que la Ciudad pasó por tres fundaciones.

Primero como Villa de Santa Lucía, en 1577, a cargo de Alberto del Canto; luego como Villa de San Luis, por Luis de Carvajal y de la Cueva, en 1582, y la definitiva, en 1596, como Ciudad Metropolitana de Nuestra Señora de Monterrey, que encabezó Diego de Montemayor.

 Pero no necesariamente lo que dice esta historia fue lo que sucedió.

Documentos en el Archivo General de Indias, investigados por el historiador Carlos González, revelan a Carvajal como un personaje protagónico de lo que más tarde sería la Fundación de Monterrey, ya que fue él quien encontró la ruta de éstas y otras tierras.

La relación de los trabajos de esta figura está presente en decenas de fojas del acervo español y serán incluidas por primera vez de manera íntegra en un libro que será publicado en breve.

En la obra se describen las rutas, fundaciones, obras civiles y de ordenamiento poblacional de quien fue el fundador y primer Gobernador del Nuevo Reyno de León (actual Nuevo León), quien fue víctima de traiciones políticas.

«De acuerdo con la documentación analizada, como las Cartas de Méritos elaboradas para el Rey y que fueron extraviadas por gente de la época, quizá a propósito, y que revisé completas en el Archivo de Indias, se sabe que (Carvajal) permanece en estas tierras más de 20 años», apunta el también cronista de San Pedro.

«Con base en esas cartas, se sabe que llega en 1567, descubre el camino hacia Pánuco, Tampico y Mazapil, Zacatecas, y le dan la Capitulación para erigir el Nuevo Reyno de León en 1579. Esto se brindaba a quienes demostraban lealtad y trabajo».

Carvajal funda la primera villa del Reyno, Villa de la Cueva de León, después Ciudad de León, hoy Cerralvo; también la Villa de San Luis, hoy Monterrey, en los Ojos de Agua de Santa Lucía, y la de Almadén, actual Monclova, en las que establece cabildos, fundiciones e iglesias.

Para crear la Villa de San Luis, entre 1582 y 1583, trajo a pobladores de Saltillo, los cuales, asegura, no mencionan a Del Canto como fundador anterior, como se dice que fue.

¿Hubo una primera fundación? La duda surge porque no hay acta y menos noticias de alcaldes o Cabildo. Además no se ha encontrado que Del Canto tuviera las facultades para fundar.

Lo importante, enfatiza González, es que Carvajal, nacido en Mogadouro, Portugal, en 1539, es el primero en hacer acciones civilizatorias en forma en la región, incluso envía al Rey imágenes con descripciones.

Sin embargo, el Virrey que lo apoyaba fue removido, por lo que quedó a merced de sus enemigos políticos, quienes creían que su siguiente paso sería explorar Nuevo México, donde los novohispanos pensaban que existía la mítica Quivira, una ciudad de oro.

Carvajal entonces cae en desgracia, siendo encarcelado por cargos que, después se sabría, eran falsos, así como por su presunta labor judaizante, entonces penada por la Santa Inquisición.

«Mientras esto sucede, las villas que habían sido fundadas son incendiadas so pena de muerte, y sus Cartas de Méritos, de 1579 y 1587, que le permitieron la Capitulación, son desaparecidas, por lo que queda como un estafador».

El historiador recuerda que Carvajal muere en prisión el 13 de febrero de 1591 sin que se le reconociera su labor pionera.

«Carvajal es borrado», expresa. «Su aportación, su ruta, son eliminadas, no sólo por la gente de su época, sino por generaciones de historiadores que no le dieron el lugar que merece: el del primer hombre que trazó lo que sería la Ciudad».

El también autor de libros como Monterrey 2000. Ayer y Hoy afirma que reivindicar la vida de Carvajal, primer gobernante, destacar a Cerralvo como cuna del Estado y corregir libros de texto son asignaturas pendientes.

«Carvajal es un personaje de primera línea y es nuestro deber devolverle el lugar en la historia que le ha sido arrebatado: como la gran figura novohispana del norte».

 ASÍ LO DIJO

«Carvajal es borrado. Su aportación, su ruta, son eliminadas, no sólo por la gente de su época, sino por generaciones de historiadores que no le dieron el lugar que merece».

 Carlos González. Historiador y cronista de San Pedro.

María Antonieta y la moda: ¿Vanidad o declaración política?

María Antonieta pasó a la historia como una mujer caprichosa e insensible, preocupada únicamente por sus placeres y sus lujos. Se le atribuyó la infortunada expresión «si no tienen para pan, que coman pasteles» ante los reclamos de la población por la carestía y el alto costo de la vida y el escándalo del llamado «collar de la reina», un gran fraude del cual fue inocente, aumentó la animadversión en su contra.

El trailer de la película María Antonieta ilustra su pasión por la moda:

Pero,  ¿fue ésta uno más de sus costosos caprichos  o tuvo razones políticas de trasfondo?

El artículo de Caroline Weber I Don’t Want Candy: The Uses and Abuses of Marie Antoinette publicado en History News Network discute las razones políticas de trasfondo.

Curso «Historia contra historia» en el Aula Juan XXIII

 

Horario: 12 sesiones, iniciando el jueves 6 de septiembre. Las clases serán de las 16:30 a las 18 horas.

JUSTIFICACIÓN:

Las concepciones actuales sobre la historia parten de cuestionamientos y críticas que a partir de la Segunda Guerra Mundial se empezaron a hacer ante el fracaso de las nociones de progreso y felicidad universales a través de la ciencia y la tecnología que se habían establecido con el pensamiento ilustrado y que habían justificado la supuesta superioridad de Occidente.

El postmodernismo y sus validación a las diversas visiones de los acontecimientos históricos han dado cabida a nuevas interpretaciones que confrontan las historias oficiales con las miradas desde la alteridad lo que da cabida a las distintas voces:  la explicación del acontecimiento desde la óptica de otros, los vencidos, los débiles, los hombres cotidianos, las mujeres, las minorías.

 OBJETIVOS GENERALES:

Conocer varios hechos históricos que se han contando de una cierta manera con una determinada intencionalidad y analizarlos a la luz de otras interpretaciones que no se incluyen en las historias oficiales.

Comprender que la pretensión de una única visión de la historia y que ésta sea totalmente objetiva ha quedado atrás y que hoy en día es necesario tomar en cuenta la historia oficial y las contrahistorias, así como el contexto y el lugar social de quien estudia el acontecimiento, sin que se descarten las otras miradas así como interpretaciones desde campos del saber más allá de la disciplina histórica.

Próximos cursos, otoño 2012

ENTRE EL CRISTIANISMO Y EL JUDAÍSMO: CRIPTOJUDÍOS EN EL MÉXICO COLONIAL.

INSTRUCTORA: Ana Portnoy

INSTITUTO MEXICANO DE EJECUTIVOS EN FINANZAS

8 Sesiones iniciando el martes 4 de septiembre, de 10:30 a 12.

Justificación:

Conocer el fenómeno del criptojudaísmo como una estrategia para preservar la identidad y la filiación de los hispano-judíos ante la intolerancia religiosa en España durante los últimos dos siglos de la Reconquista, para establecer el origen de prácticas culturales que persisten hasta nuestros días y que se vinculan a la presencia de criptojudíos especialmente en el noreste de México y sur de Estados Unidos.

Dirigido a todo público.

Objetivos del curso:

Analizar la presencia criptojudía en la América Colonial, particularmente en la Nueva España y sus prácticas culturales.
Conocer la historia de la familia Carvajal y su proceso inquisitorial.
Conocer sobre la persistencia de costumbres y prácticas que se denominan hoy en día sefarditas y que remiten a un pasado criptojudío.
Explicar el fenómeno de la búsqueda de una identidad criptojudía entre hispanos en los estados sureños de la Unión Americana y la discusión que esta búsqueda ha despertado.

LA RELIGIÓN GRECO-ROMANA

Instructora: Mtra. Ana Portnoy

ITESM-Campus Eugenio Garza Lagüera.

8 sesiones a partir del miércoles 5 de septiembre de 2012.

Horario: de 11:30 am a 13:30 pm.

Justificación:

Con el inicio del nuevo milenio y los diferentes análisis que se han hecho sobre el fortalecimiento del fundamentalismo religioso y la concepción que algunos teóricos han aducido sobre el choque entre civilizaciones, las distintas manifestaciones del pensamiento religioso y su impacto en los modelos culturales ha despertado gran interés.

El estudio sobre el desarrollo de las nociones religiosas desde sus primeras manifestaciones permite comprender las perennes inquietudes del hombre para dar sentido a su vida, a su entorno y, sobre todo, a su mortalidad.

Además, su estudio permite entender el fenómeno religioso en la actualidad.

Dirigido a todo público interesado.

Objetivos del curso

Analizar el pensamiento religioso de Grecia y su conocimiento a través de la mitología, la literatura y el teatro.
Evaluar su influencia en el pensamiento religioso romano.
Analizar las distintas nociones religiosas conformaron la religión de Roma.
Comprender la legitimación de modelos políticos y expansión territorial a través de los mitos.
Comprender la dimensión del culto religioso del ámbito privado a la religión estatal.
Informes: Departamento de Extensión, teléfono 8151-4282, correo electrónico: carolina.ramirez@itesm.mx

HISTORIA, IDEOLOGÍA Y ARTE DE MÉXICO EN LOS ALBORES DE SU VIDA INDEPENDIENTE.

Instructores: Mtra. Victoria Medina, Mtro. Ponciano Murillo y Mtra. Ana Portnoy.

ITESM- Campus Eugenio Garza Sada.

Horario:

12 sesiones, iniciando el jueves 30 de agosto. Las clases serán de las 11 a las 13 horas.

Justificación:

En el año 2010 México conmemoró el bicentenario de su Independencia. Estos festejos fueron una oportunidad para revisar la historia del país, analizar los acontecimientos que determinaron su devenir y evaluar los retos a los que se enfrentó como nación independiente en 1821.

En el estudio de la historia, sin embargo, se tiene que dar énfasis al impacto de las ideologías que fueron forjando, proponiendo y legitimando los acontecimientos. A través del estudio de las ideas políticas se puede comprender cuáles fueron los objetivos primeros para después poder evaluar si éstos se cumplieron cabalmente.

Por otra parte, la ideología y el acontecer histórico enmarcan la expresión artística de cada época. A través del arte el estudioso puede apreciar no sólo el valor estético de una obra, sino también los valores sociales, políticos y culturales vigentes en ese momento, por lo que la obra de arte se convierte en un espejo que refleja su sociedad.

Dirigido a todo público interesado.

Objetivos del curso:

Comprender el proceso de independencia en los antecedentes ideológicos, políticos, económicos y sociales de la segunda mitad del siglo XVIII.
Distinguir las distintas fases de la guerra de independencia y la evolución de los modelos ideológicos que la sustentaron y la justificaron.
Entender los distintos modelos políticos que conformaron partidos antagónicos que, a su vez, propusieron cuatro regímenes distintos provocando una gran inestabilidad en el país, que condujo a conflictos armados y a la pérdida de parte del territorio nacional.
Apreciar las distintas corrientes artísticas vigentes en cada período y cómo las obras de arte reflejan los valores y contradicciones imperantes en el período estudiado.
Informes: Departamento de Extensión, teléfono 8151-4282, correo electrónico: carolina.ramirez@itesm.mx

HISTORIA CONTRA HISTORIA.

Instructores: Ana Portnoy y Alejandro Garza

Horario: 12 sesiones, iniciando el jueves 6 de septiembre. Las clases serán de las 16:30 a las 18 horas.

Justificación:

Las concepciones actuales sobre la historia parten de cuestionamientos y críticas que a partir de la Segunda Guerra Mundial se empezaron a hacer ante el fracaso de las nociones de progreso y felicidad universales a través de la ciencia y la tecnología que se habían establecido con el pensamiento ilustrado y que habían justificado la supuesta superioridad de Occidente.

El postmodernismo y sus validación a las diversas visiones de los acontecimientos históricos han dado cabida a nuevas interpretaciones que confrontan las historias oficiales con las miradas desde la alteridad lo que da cabida a las distintas voces: la explicación del acontecimiento desde la óptica de otros, los vencidos, los débiles, los hombres cotidianos, las mujeres, las minorías.

Dirigido a todo público interesado.

Objetivos del curso:

Comprender los conceptos de historia oficial y contrahistoria.
Estudiar diversos acontecimientos de la historia universal contrastando la interpretación desde la estructura del poder y de acuerdo a las evidencias y testimonios que no constituyen el discurso oficialista.
Analizar la interpretación que diversos artistas han realizado del hecho histórico y comprender su intencionalidad más allá de la creación estética.
Ilustrar a través del arte y la cinematografía cómo el hecho histórico es concebido por el artista y por la industria del cine y éstos a su vez son producto de distintas interpretaciones e intencionalidades.
Informes: Aula Juan XXIII, teléfono 8401-5500 y 8401-2500, correo electrónico: info@aulajuanxxiii.com

Próximos cursos, otoño 2012

ENTRE EL CRISTIANISMO Y EL JUDAÍSMO: CRIPTOJUDÍOS EN EL MÉXICO COLONIAL.

                                                                                                INSTRUCTORA: Ana Portnoy 

INSTITUTO MEXICANO DE EJECUTIVOS EN FINANZAS

8 Sesiones iniciando el martes 4 de septiembre, de 10:30 a 12.

 Justificación:

Conocer el fenómeno del criptojudaísmo como una estrategia para preservar la identidad y la filiación de los hispano-judíos ante la intolerancia religiosa en España durante los últimos dos siglos de la Reconquista, para establecer el origen de prácticas culturales que persisten hasta nuestros días y que se vinculan a la presencia de criptojudíos especialmente en el noreste de México y sur de Estados Unidos.

Dirigido a todo público.

Objetivos del curso:

  • Analizar la presencia criptojudía en la América Colonial, particularmente en la Nueva España y sus prácticas culturales.
  • Conocer la historia de la familia Carvajal y su proceso inquisitorial.
  • Conocer sobre la persistencia de costumbres y prácticas que se denominan hoy en día sefarditas y que remiten a un pasado criptojudío.
  • Explicar el fenómeno de la búsqueda de una identidad criptojudía entre hispanos en los estados sureños de la Unión Americana y la discusión que esta búsqueda ha despertado.

LA RELIGIÓN GRECO-ROMANA

Instructora: Mtra. Ana Portnoy

 ITESM-Campus Eugenio Garza Lagüera.

8 sesiones a partir del miércoles 5 de septiembre de 2012.

Horario: de 11:30 am a 13:30 pm.

Justificación:

Con el inicio del nuevo milenio y los diferentes análisis que se han hecho sobre el fortalecimiento del fundamentalismo religioso y la concepción que algunos teóricos han aducido sobre el choque entre civilizaciones, las distintas manifestaciones del pensamiento religioso y su impacto en los modelos culturales ha despertado gran interés.

El estudio sobre el desarrollo de las nociones religiosas desde sus primeras manifestaciones permite comprender las perennes inquietudes del hombre para dar sentido a su vida, a su entorno y, sobre todo, a su mortalidad.

Además, su estudio permite entender el fenómeno religioso en la actualidad.

Dirigido a todo público interesado.

Objetivos del curso

  • Analizar el pensamiento religioso de Grecia y su conocimiento a través de la mitología, la literatura y el teatro.
  • Evaluar su influencia en el pensamiento religioso romano.
  • Analizar las distintas nociones religiosas conformaron la religión de Roma.
  • Comprender la legitimación de modelos políticos y expansión territorial a través de los mitos.
  • Comprender la dimensión del culto religioso del ámbito privado a la religión estatal.

Informes: Departamento de Extensión, teléfono 8151-4282, correo electrónico: carolina.ramirez@itesm.mx

HISTORIA, IDEOLOGÍA Y ARTE DE MÉXICO EN LOS ALBORES DE SU VIDA INDEPENDIENTE.

Instructores: Mtra. Victoria Medina, Mtro. Ponciano Murillo y Mtra. Ana Portnoy.

ITESM- Campus Eugenio Garza Sada.

 Horario:

12 sesiones, iniciando el jueves 30 de agosto. Las clases serán de las 11 a las 13 horas.

Justificación:

En el año 2010 México conmemoró el bicentenario de su Independencia. Estos festejos fueron una oportunidad para revisar la historia del país, analizar los acontecimientos que determinaron su devenir y evaluar los retos a los que se enfrentó como nación independiente en 1821.  

En el estudio de la historia, sin embargo, se tiene que dar énfasis al impacto de las ideologías que fueron forjando, proponiendo y legitimando los acontecimientos. A través del estudio de las ideas políticas se puede comprender cuáles fueron los objetivos primeros para después poder evaluar si éstos se cumplieron cabalmente.

Por otra parte, la ideología y el acontecer histórico enmarcan la expresión artística de cada época. A través del arte el estudioso puede apreciar no sólo el valor estético de una obra, sino también los valores sociales, políticos y culturales vigentes en ese momento, por lo que la obra de arte se convierte en un espejo que refleja su sociedad.

Dirigido a todo público interesado.

Objetivos del curso:

  • Comprender el proceso de independencia en los antecedentes ideológicos, políticos, económicos y sociales de la segunda mitad del siglo XVIII.
  • Distinguir las distintas fases de la guerra de independencia y la evolución de los modelos ideológicos que la sustentaron y la justificaron.
  • Entender los distintos modelos políticos que conformaron partidos antagónicos que, a su vez, propusieron cuatro regímenes distintos provocando una gran inestabilidad en el país, que condujo a conflictos armados y a la pérdida de parte del territorio nacional.
  • Apreciar las distintas corrientes artísticas vigentes en cada período y cómo las obras de arte reflejan los valores y contradicciones imperantes en el período estudiado.

Informes: Departamento de Extensión, teléfono 8151-4282, correo electrónico: carolina.ramirez@itesm.mx

HISTORIA CONTRA HISTORIA.

Instructores: Ana Portnoy  y Alejandro Garza

 Horario: 12 sesiones, iniciando el jueves 6 de septiembre. Las clases serán de las 16:30 a las 18 horas.

Justificación:

Las concepciones actuales sobre la historia parten de cuestionamientos y críticas que a partir de la Segunda Guerra Mundial se empezaron a hacer ante el fracaso de las nociones de progreso y felicidad universales a través de la ciencia y la tecnología que se habían establecido con el pensamiento ilustrado y que habían justificado la supuesta superioridad de Occidente.

El postmodernismo y sus validación a las diversas visiones de los acontecimientos históricos han dado cabida a nuevas interpretaciones que confrontan las historias oficiales con las miradas desde la alteridad lo que da cabida a las distintas voces:  la explicación del acontecimiento desde la óptica de otros, los vencidos, los débiles, los hombres cotidianos, las mujeres, las minorías. 

Dirigido a todo público interesado.

Objetivos del curso:

  • Comprender los conceptos de historia oficial y contrahistoria.
  • Estudiar diversos acontecimientos de la historia universal contrastando la interpretación desde la estructura del poder y de acuerdo a las evidencias y testimonios que no constituyen el discurso oficialista.
  • Analizar la interpretación que diversos artistas han realizado del hecho histórico y comprender su intencionalidad más allá de la creación estética.
  • Ilustrar a través del arte y  la cinematografía cómo el hecho histórico es concebido por el artista y por  la industria del cine y éstos a su vez son producto de distintas interpretaciones e intencionalidades.

Informes:  Aula Juan XXIII, teléfono 8401-5500 y 8401-2500, correo electrónico: info@aulajuanxxiii.com