Colleen McCullough. México: Planeta Internacional. 2009.
La atracción que la historia romana, en particular el turbulento siglo I aC. en el que el imperio reemplazó la vida republicana no se limita a la famosa película que la bellísima Elizabeth Taylor protagonizó con Richard Burton en 1963 y que causó revuelo no sólo por el lujo y el costo de la filmación, sino también por la pasión
que los artistas llevaron de la pantalla a sus vidas personales y que no fueron nada privadas, sino muy públicas, como queremos imaginar que fue la pasión entre la misma Cleopatra y Julio César y, después, Marco Antonio.
Esta popularidad también aumentó con la muy bien ambientada serie televisiva sobre Roma, creada por Bruno Heller, John Millus y William. J. MacDonald que en dos temporadas -2005 y 2007- abordó la guerra civil entre Pompeyo y Julio César, la guerra civil y el triunfo de Octavio en Egipto a través de los ojos de dos legionarios, Lucio Voreno y Tito Pulo.
De hecho, en revistas de divulgación popular abundan los artículos sobre Cleopatra, sobre la búsqueda que hoy en día se lleva a cabo de su tumba, sobre si su belleza fue legendaria o más bien sus cualidades intelectuales y su agradable conversación causaban mayor impresión que su físico poco agraciado. El número de julio 2011 del National Geographic le dedica uno de sus artículos.
La autora Colleen McCullough ya había cobrado popularidad hace más de treinta años con su novela El Pájaro Espino. Antonio y Cleopatra constituye el último volumen de la enciclopédica serie de novelas históricas “Masters of Rome” (“Amos de Roma”) que se empezaron a publicar hace 21 años .
La investigación que realizó la autora sobre la política, los personajes, la vida cotidiana, los alimentos, las tácticas bélicas y las relaciones familiares debe haber sido un trabajo titánico pues se pueden corroborar los acontecimientos históricos y las biografías de los personajes principales en fuentes primarias y secundarias, con las libertades que la novela tiene en la reconstrucción de diálogos, escenas de la vida privada y los pensamientos de los protagonistas. No se debe olvidar que no es un libro de historia sino una obra semi-ficcional en la que se incluyen expresiones en latín para una mejor ambientación del período de que trata –y también para que McCullough demostrar su erudición. Afortunadamente la traducción se puede encontrar en un glosario al final del libro-. Este texto va más allá del romance entre la reina egipcia y Marco Antonio, triunviro de Roma en los últimos años de la vida republicana y de la guerra civil que hundieron en la turbulencia a los romanos y sus instituciones en el siglo I aC.
Tras el asesinato de Julio César en 44 aC, la lucha por el poder del extensor imperio romano va a confrontar a los primos Marco Antonio y Octavio que junto con Lépido se dividen el territorio, sin dejar de ambicionar las regiones que tocaron a cada triunviro, especialmente el rico Egipto cuya producción de trigo podría alimentar a todas las legiones y a la población italiana.
La novela histórica Antonio y Cleopatra constituye el último volumen de la enciclopédica serie “Masters of Rome” (“Amos de Roma”) escrita por Colleen McCullough. La obra va más allá del romance entre la reina egipcia y Marco Antonio, triunviro de Roma en los últimos años de la vida republicana y de la guerra civil que hundieron en la turbulencia a los romanos y sus instituciones en el siglo I aC.
La investigación que realizó la autora sobre la política, los personajes, la vida cotidiana, los alimentos, las tácticas bélicas y las relaciones familiares debe haber sido un trabajo titánico pues se pueden corroborar los acontecimientos históricos y las biografías de los personajes principales en fuentes primarias y secundarias, con las libertades que la novela tiene en la reconstrucción de diálogos, escenas de la vida privada y los pensamientos de los protagonistas. No se debe olvidar que no es un libro de historia sino una obra semi-ficcional en la que se incluyen expresiones en latín para una mejor ambientación del período de que trata –y también para que McCullough demostrar su erudición. Afortunadamente la traducción se puede encontrar en un glosario al final del libro-.
En este contexto, la historia de amor de Cleopatra tanto con Julio César como con Marco Antonio no se limita a una emoción, o una pasión, sino que tiene una fuerte motivación política. Primero salvaguardar una cierta autonomía de su reino ante la voracidad romana y evitar que Egipto se convierta en provincia del imperio y, tras la muerte de César, la preocupación de Cleopatra por su primogénito Cesarión, hijo natural suyo y del dictador romano, a quien ve no solo como faraón de la dinastía ptolemáica, sino también como gobernante en Roma al considerar que como hijo de Julio César tenía mayor legitimación que Octavio, apenas reconocido como hijo adoptivo y heredero del romano en su testamento.
A través de los avatares de la novela, nos encontramos con un Marco Antonio decepcionado de César, por no haberlo nombrado sucesor, quien desprecia a Octavio pero en vez de demostrar su genio militar va de francachela en francachela para caer enamorado primero de la fortuna de Egipto y después de la reina-faraón Cleopatra VII con quien engendrará tres hijos.
Por otra parte, queda clara la relación en Roma de Octavio y el Senado, la sutil manera como se va haciendo del poder y de la popularidad, la influencia política de su esposa Livia y el papel de Marco Agripa como su general más hábil, el mismo Agripa del que queda la dedicatoria en el fronspicio del Panteón.
Colleen McCullogh, como lo demostró hace más de treinta años, es una narradora excepcional, la trama está llena de intrigas, descripciones precisas, con personajes bien definidos en su ambición y poder.