HOY ES HISTORIA / El balón está en el aire

 Ana Portnoy

El Norte, Monterrey N.L., 12 de junio 2014. Sección Vida , pág. 9

Desde hoy, millones de fanáticos futboleros se reunirán alrededor de la televisión vitoreando a sus equipos favoritos. Si usted, novia o esposa, no comparte esta afición, durante las transmisiones será, prácticamente, una «viuda del futbol».

Igual que la tauromaquia, el origen del futbol es muy antiguo. En China fue ejercicio militar; en Japón, ceremonial, y el juego de pelota en Mesoamérica fue un ritual en el que el ganador tenía el honor de ser sacrificado a los dioses.

En la antigua Grecia, el episkyros se practicó con la esfaira hecha con la vejiga de un buey. Los romanos llevaron el deporte a los confines de su imperio llamando pila al balón, término del cual derivó pilotta. El fut se popularizó en Inglaterra en el siglo 8.

Se cuenta que la cabeza de un príncipe invasor fue pateada en el campo de batalla, y que en la Tercera Cruzada el rey Ricardo Corazón de León propuso al sultán Saladino decidir con un partido en qué manos quedaría Jerusalén.

Ante la violencia que el deporte generaba, en 1315 Eduardo II lo prohibió, aunque sus súbditos mantuvieron la pasión por el futbol, que llegó a convertirse en el deporte nacional inglés.

Desde el siglo 18, gobiernos y empresas promovían el futbol con fines recreativos y para prevenir ociosidad, vicios y agitación social.

En vez de reuniones en las que aflorara el consumo de alcohol, las confrontaciones, la crítica al gobierno o la organización de huelgas, participar en un partido canalizaba energía y desfogaba emociones.

Surgieron equipos fabriles, estudiantiles y representativos regionales. La práctica llegó a convertirse en una profesión, en la que hoy muchos futbolistas gozan de celebridad, perciben sueldos estratosféricos e imponen modas.

La mercadotecnia que gira alrededor del deporte, de los deportistas, sus prendas y los gustos de los fans, se traduce en ingresos multimillonarios. Se calculó que si México no iba al Mundial, la industria del futbol mexicano dejaría de percibir más de 600 millones de dólares.

La pasión futbolera no distingue razas, religión ni estatus socioeconómico. Pareciera que el prestigio local o nacional se defiende entre los pies de 11 jugadores.

Los fans han llegado a la violencia tanto si el equipo favorito gana o pierde. Pero también ha permitido treguas, como en las guerras de los Balcanes, hace 20 años, cuando los adversarios frenaron hostilidades para ver un partido.

Y en este Mundial, además de México, claro está, ¿a quién le va?

 ana@gustoporlahistoria.com

Hablemos de futbol

Ana Portnoy

Deporte favorito no sólo de los mexicanos, sino de millones de personas en los cinco continentes, sus partidos pueden llegar a detener las actividades cotidianas y los fines de semana, concentrar a los fanáticos en estadios, campos deportivos o alrededor de la televisión vitoreando sus equipos favoritos. Para las novias y esposas ya se acuñó la frase «viuda del futbol» para definir su «estado civil» si no comparte el gusto por este deporte.

Al igual que la tauromaquia, el origen del futbol y otros juegos tienen un pasado remoto y una vinculación con prácticas religiosas que se pierden en el tiempo. Sólo recordemos los juegos de pelota de los antiguos mexicanos como parte de un ritual en el que el ganador era sacrificado a los dioses. Y para él, era un honor, la oportunidad de alcanzar una esencia divina. En la región mesoamericana quedan restos arqueológicos con su característica forma de T y los aros de piedra en donde tenían que pasar las pelotas de caucho.

Se cree que el fútbol fue jugado por primera vez en Egipto, como parte de un rito para la fertilidad alrededor del siglo III antes de Cristo, aunque anteriormente en China se había inventado una pelota hecha con raíces duras que formaban una masa esférica y que se cubría con pedazos de cuero.

Los hindúes y los persas la adoptaron para sus juegos, arrojándola con la mano. En Grecia, al balón hecho con la vejiga de buey se le denominó esfaira (esfera). Probablemente el juego más parecido al futbol actual era el que se popularizó en la Antigua Grecia, con varios estilos para jugarlo, algunos de los cuales prohibían arrojar la pelota con las manos.

Cuando Grecia fue conquistada por los romanos, éstos adoptaron el Harpaston griego, considerado como el deporte precursor del futbol moderno. Llamaron al balón «pila», término que con el tiempo se transformaría en pilotta, evolucionando finalmente a pelota. Con la expansión de su imperio, llevaron a las islas británicas el juego aunque los nativos ya practicaban también una especie  de futbol.

Es en Inglaterra en el siglo VIII cuando el futbol se popularizó, no como un deporte sino como un juego de guerra. Se cuenta que cuando un príncipe danés fue decapitado, su cabeza fue pateada como si fuera una pelota. En los pueblos el juego se popularizó, y en ocasiones varios cientos de personas participaron intentando meter el balón en una meta específica que hoy llamamos portería.

En la Edad Media hubo juegos de pelota en los que participaba los caballeros y se cuenta que durante las Cruzadas el rey inglés Ricardo Corazón de León llegó a proponer al caudillo musulmán Saladino que decidieran en manos de quién quedaría Jerusalem con un partido.

Esta forma de futbol fue un juego sumamente violento, en donde abundaron cientos de heridos y muertos. En 1331 el rey Eduardo III promulgó leyes que prohibían su práctica que, sin embargo, no tuvieron eco y los ingleses mantuvieron la pasión futbolera que  se convirtió en el deporte nacional. La evolución de la manera de jugarlo a principios del siglo XIX dio origen al rugby, es decir al futbol moderno.

A diferencia de la Edad Media, el gobierno y las empresas promovieron el juego de futbol como recreación para los días de descanso como una manera de evitar la ociocidad y los vicios de los trabajadores en las fábricas. En lugar de reuniones en las que aflorara el consumo de alcohol, las discusiones acaloradas, la crítica al gobierno o la organización de protestas y huelgas, participar en un equipo canalizaba las energías y daba la oportunidad de desfogar las emociones. Surgieron equipos de las fábricas y también de asociaciones estudiantiles y universitarias así como representativos regionales. La práctica llegó a convertirse en una profesión en la que hoy en día muchos futbolistas gozan fama de celebridad, perciben sueldos estratosféricos e imponen modas seguidas por sus millones de fanáticos. Además, gracias a la mercadotecnia que gira alrededor del deporte, los deportistas, sus prendas y los gustos de los fans se traduce en ingresos multimillonarios para muchas empresas.

En 1815 el Colegio de Eton estableció una serie de reglas para evitar la violencia en los partidos. En 1848 apareció el Primer Reglamento de Cambridge, destinado a unificar las distintas reglas que se utilizaban en el país y en 1863 se creó la primera Asociación de Futbol en una taberna en Londres que con una reglamentación particular en la que se prohibió cargar y arrojar la pelota con las manos diferenciando definitivamente el futbol del rugby. En este momento nace el futbol tal y como se practica hasta hoy en día. El 21 de mayo de 1904 se fundó la FIFA (Federación Internacional del Fútbol Asociado) en Francia con representantes de Bélgica, Dinamarca, Holanda, España. Suiza y Suecia y se establecieron reglas mundiales. Rápidamente se adhirieron representantes de otros países.

Millones de personas comparten el gusto y la pasión por el mismo deporte, en el que la afición se hermana sin distinguir entre raza, religión y condición económica. Por otro lado, la pasión futbolera también ha generado violencia y muertos –basta recordar los desmanes tanto si gana como se pierde- e inclusive un conflicto bélico entre Honduras y El Salvador  en 1970 que el periodista polaco Ryszard Kapuscinski llamó “la guerra del futbol”.

Hoy en la final del Clásico entre Tigres y Rayados ya hay un ganador seguro: toda la afición regia en un partido que será memorable!