Eduardo Antonio Parra. México: Editorial Grijalbo. 2009.
Esta novela, producto de un trabajo de investigación exhaustivo, es un excelente texto que nos permite vislumbrar a un Juárez más allá de la personalidad pública y del mito que se ha construido a su alrededor.
Abarcando los años en los que Juárez inicia su gestión pública, 1853, hasta su muerte en 1872, conocemos a un político que defendió la visión de la patria desde la óptica liberal, dispuesto al sacrificio personal en la defensa de la integridad nacional -a pesar del tratado McLane-Ocampo-, cuyo mito es el sustento del México moderno: liberal, laico, constitucional, legalista y con un profundo sentido nacionalista. O, al menos, como quisiéramos que el el país sea.
El autor aborda un período en la historia nacional sumamente complicado en el que a la inestabilidad política, económica y social se agregaron una guerra interna y una intervención extranjera, agravado adicionalmente por la pugna entre caudillos inclusive del mismo partido político.
A través del texto, en el que cada capítulo prácticamente aborda uno a uno los escenarios que enfrentó la presidencia de Juárez, Eduardo Antonio Parra establece las causas de los acontecimientos y cuestiona las decisiones y actitudes asumidas por los protagonistas explicándonos el porqué de la historia mexicana en esos años.
Al haber escrito una novela, y no un libro de historia, el autor se permite hacer extrapolaciones a la época contemporánea y plantea si persiste la ingobernabilidad, la ambición personal, la falta de intención por conciliar entre opuestos, la pérdida del sentido cívico. En el texto, Parra se pregunta si la democracia es un juego que la gente no quiere aprender a jugar.
Sin embargo, esta obra no es una biografía ni un recuento de lo que otros libros de historia nos cuentan sobre el Benemérito de las Américas. Su gran aportación es la construcción de un personaje agobiado por la responsabilidad del gobierno, cuyo rostro de piedra esconde los dilemas y las preocupaciones por tomar la decisión apropiada y las alegrías y tristezas en su faceta privada y familiar. Nos permite atisbar a un Juárez íntimo, cuyo amor por su esposa y sus hijos debe ser sacrificado en la definición y construcción del México moderno.
Adicionalmente, el autor nos permite imaginar cómo era la vida diaria para los mexicanos del siglo XIX, las diferencias entre clases sociales, la pobreza y la riqueza entretejidas, retratados en el peregrinar del gobierno juarista desde Veracruz hasta el Paso del Norte. Y, a pesar de los vaivenes de la confrontación política y de la guerra civil, vemos cómo vivía una sociedad rústica, bullanguera y profundamente solidaria.
Si considera tedioso el estudio de esa época y si se confunde entre acontecimientos, fechas y nombres, este libro le va a permitir comprender esos casi 20 años de la historia de México y sus protagonistas y, además, apreciar porqué Juárez sigue siendo la referencia obligada para entender al México actual.