Invisible de Paul Auster

UnknownEditorial Anagrama. 2009

Treceava novela del reconocido escritor norteamericano, está considerada como una de sus mejores obras. Y si bien es una obra de ficción, las reflexiones a que obliga nos hacen plantearnos  cómo establecemos qué es verdad y qué no.

Dividida en cuatro partes –las cuatro estaciones- y contada a través de distintos narradores la novela es la historia de Adam Walker, nacido el mismo año que el autor y brillante estudiante de la afamada Universidad de Columbia en Nueva York, su misma alma mater, quien aspira, cómo Auster, a dedicarse a la literatura.

Sin embargo, la obra no es una autobiográfica,  más bien la narración se va convirtiendo en un acertijo, puesto que de la trama hay distintos testimonios que coinciden pero que también se confrontan a través de distintas personas narrativas.

Dividida en cuatro partes –las cuatro estaciones-, la historia inicia en 1967 cuando Walker conoce a Rudolf Born, el controversial profesor visitante que está dispuesto a financiar una revista literaria que el joven dirigirá y su guapa novia Margot. El triángulo amoroso y el asesinato de  un joven que intenta asaltarlos trastocará la vida de Adam y la relación con Born.

La segunda parte describe el verano de ese año, cuando el protagonista comparte un departamento en Nueva York con su hermana, recordando juntos su infancia y la tragedia que los une, experimentando juntos el despertar de su sexualidad.

La tercera parte sucede más de 30 años después, cuando Walker, gravemente enfermo y sin haber alcanzado las glorias literarias a las que aspiró en su juventud, envía un manuscrito autobiográfico a James Freeman un antiguo compañero universitario, quien ya es un exitoso escritor para que lo publique como una novela cuyo título sería “1967”, el año definitorio. Habiendo concertado una reunión, finalmente Walker muere antes de que ésta pueda concretarse.

En la última parte de la novela, Freeman indaga sobre el manuscrito y trata de establecer la veracidad del testimonio, buscando a los personajes del pasado de Walker para corroborar la perturbadora historia

Pero ¿sucedieron en realidad los hechos que Walker cuenta? Cuando el autor indaga sobre la relación incestuosa que Walker afirma haber tenido, confronta la veracidad del testimonio. Y si tiene dudas sobre ésta ¿cuánto de lo que se cuenta sucedió en realidad y cuánto es imaginario?  ¿Sucedieron en realidad todos los hechos?

 Estos planteamientos van más allá del ámbito literario. Con la posmodernidad, los estudios subalternos, la acepción que los testimonios parten del lugar y de la mirada específica del observador, se acabó la noción de La historia como una construcción totalizadora que permitía una sola interpretación de los acontecimientos válida para todos. Y hoy también queda claro que en los testimonios de protagonistas y testigos presenciales la memoria puede jugar con la veracidad, especialmente con el transcurrir del tiempo ¿Cuánto de la experiencia personal, de la distancia del hecho, del lugar social, del sistema de valores inciden en la manera como recordamos el pasado? ¿Cómo se puede sustentar verazmente un acontecimiento?

En una entrevista Paul Auster declaró: “La verdad es una de las cosas más frágiles del mundo, no sabemos qué sucede realmente. Incluso nuestra propia memoria se destruye mientras trabaja nuestra experiencia. Y descubrimos más cosas conforme nos hacemos mayores. Si yo fallo, si me equivoco al recordar cosas, y es mi propia vida, ¡imagínate cómo son las consideraciones que hace la gente! Es fascinante. La memoria juega con nosotros¿dondé está la verdad? Este es el libro de lo invisible. Tal vez la verdad es invisible[1].

Por supuesto, en el ámbito de la novelística el autor puede dejarnos abiertas las posibilidades de resolución de la trama, inclusive, mantener las dudas y las incógnitas y quedará en el lector llegar a una conclusión. En la narración histórica es necesario corroborar la veracidad de las fuentes para que el texto no se convierta en una obra de ficción.